jueves, 12 de noviembre de 2015

Enviadas especiales a Alcalá de Henares

¡Buenas y provechosas tardes!
Aprovecho esta cálida tarde de Noviembre para poneros al día con las últimas investigaciones de la Orden de Mayrit. Hace un par de semanas, Adriana de Montblanch y Pardo y servidora viajaron en calidad de investigadoras a las tierras de más allá del Henares, con el objetivo de encontrar, ente pinos y barrancos, la atalaya de Alcalá la Vieja. 

Aunque en sus orígenes se concibió como otra simple estructura defensiva en el entramado islámico del corredor del Henares, la conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI hizo que se replanteara el sistema defensivo de esta zona, decidiendo fortificar el cerro sobre el que se asentaba la atalaya. La ventaja defensiva es espectacular, ya que se controla visualmente todo el valle del Henares desde este punto, conocido como El Cerro del Castillo, y la orografía del terreno circundante, con vaguadas suficientemente profundas como para evitar un ataque directo. Una vez en manos de los reinos cristianos, se construyó una muralla que rodeaba la ciudadela desde la que se controlaban los movimientos de posibles enemigos. Poco queda de esta muralla, apenas restos de torres de planta rectangular y dos que aún se mantienen en pie. 

Arriba: Vista de la Torre Albarrana -la mejor conservada- y la entrada a la ciudadela. 

Arriba: mapa de los restos arqueológicos del complejo defensivo
Abajo: Vista de la Torre Albarrana

La importancia de esta atalaya en concreto reside en que podemos estudiar no sólo los avances de la Reconquista -además de los cambios arquitectónicos que vienen unidos al cambio cultural, y que suelen ser los más visibles- sino también las distintas formas de vida que se sucedieron en el corredor del Henares, y que quedan plasmadas en los objetos y estructuras que expresaron una idea o necesidad de la sociedad que vivía en la ciudadela en ese momento. No se conoce mucho del interior de ésta, pero por ejemplo se han excavado una iglesia mudéjar de planta de cruz latina junto a un área ceremonial -lo que nos está hablando de cosmología y ritual-, un aljibe para el almacenamiento de agua -algo fundamental que incrementa su necesidad en caso de ataque enemigo-, etc.


Imágenes abajo: paisaje circundante al complejo 
y la otra torre que queda en pie, restaurada 
y asegurada por las labores arqueológicas.
El complejo defensivo forma parte de la Red de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid, de manera que es accesible todos los días a cualquier hora, para aquellas personas valientes amantes del senderismo que estén dispuestas a darse una caminata hasta el cerro de unas dos horas y media de duración (ida y vuelta). A pesar de la duración del camino, éste es totalmente accesible, independientemente de la forma física de la persona. A continuación os dejo las indicaciones para acceder a la fortaleza, cortesía de www.rutasconhistoria.es:
"Para llegar hasta la fortaleza hay que tomar desde Alcalá de Henares la carretera M-300 dirección Arganda del Rey. Pasada la plaza de Trajano, atravesar el “Puente Zulema” sobre el río, y a unos 400 metros, junto a unas naves industriales aparece el acceso al Parque Natural de Los Cerros, donde se encuentra un aparcamiento. No se puede girar directamente, pero pasado el puente, enseguida tomamos una rotonda que nos permite girar en sentido contrario y acceder al aparcamiento. Una vez ahí, seguir la pista forestal hasta encontrar postes pintados de azul en su parte superior."

Así que ya sabéis, queridos lectores y lectoras, si algún día queréis aunar deporte y cultura, os recomiendo encarecidamente la visita al pasado a través de la fortaleza. 

-Mapa de la Red de Yacimientos Visitbales de la Comunidad de Madrid

-Web del ayuntamiento de Alcalá de Henares


Un saludo y hasta la próxima.
María, hija de Rui, la primera de su nombre.

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