sábado, 7 de noviembre de 2015

Se hace saber...

Que podríamos toparnos con una auténtica conspiración palaciega por el poder. El pasado martes se hacían eco las gacetas oficiales del siguiente titular:


Muere el califa Abu Muhammad al-Adil: 
¿estamos ante un caso de homicidio?
Para ponernos en situación, parece ser que el líder almohade se disponía a darse un baño en su residencia de Córdoba cuando a raíz de un mareo repentino se ahogó sin remedio. No obstante, ninguna gaceta salvo la nuestra ha planteado la posibilidad de un asesinato, a raíz de una serie de pruebas que nos reservamos para revelarlas más adelante -como el hallazgo de un anafe en el lugar del presunto crimen-.
Un anafe o anafre es un tipo de hornillo el cual se utilizaba tanto como calefacción doméstica como para la preparación de alimentos; aunque su uso más común era este último, debido a su morfología intrínseca (Navarro et al., 1997: 111). Por ello, el anafe estaba relacionado con actividades que se llevaban a cabo en los baños, como calentar agua gracias a que contenía unas brasas en su interior. El anafe con el que supuestamente se asesinó al califa es una pieza arqueológica que se conserva actualmente en el museo de los baños califales, y aunque está fechada en el siglo X y estos sucesos ocurren en el XIII, los baños califales siguieron usándose después de época omeya hasta época almohade; por ello no resultaría raro que los objetos también siguieran utilizándose o que se abandonara como un desperdicio en algún lugar de los baños y fuera encontrado siglos después. Por su parte, Abu Muhammad al-Adil fue un califa almohade que gobernó entre 1224 y 1227, año en el que se certifica su muerte en los baños de palacio a causa de un ahogamiento. No obstante, no se ha documentado que el presunto homicidio califal haya tenido como arma un anafe, ni que fuera explícitamente asesinado –aunque esto último podría ser perfectamente posible a raíz de las intrigas de poder palaciales-. El momento histórico del gobierno de Al-Adil se encuadra en el periodo de decadencia del Imperio Almohade, el cual había surgido para recuperar el control peninsular y reimplantar los principios del Islam, que se había implantado desde el Ebro hasta Senegal. No obstante, tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, los reinos cristianos habían ido ganando terreno, de manera que el debilitamiento del Imperio Almohade provocó una oleada sucesiva de califas hasta desembocar en el fin del Imperio Almohade y la supervivencia de la dinastía nazarí.

Bibliografía
-Martín Gómez, C., (1982): “Una forma cerámica mudéjar: anafes”, Actas del II Simposio Internacional del Mudejarismo, Teruel: Instituto de estudios turolenses.
-Navarro Palazón, J.; Jiménez Castillo, P., (1997): “La cerámica andalusí de Siyâsa. Estudio preliminar”, Actas das 3ª Jornadas de Cerâmica Medieval e Pós-Medieval. Métodos e resultados para o seu estudo, Tondela: Câmara Municipal de Tondela 1995.

Web de los baños califales
Piezas época califal (1 de 5)
Ejemplos de restos arqueológicos hallados en los baños califales. El número 4 corresponde al anafe de la noticia.

Seguiremos informando.
María, hija de Rui, la primera de su nombre.

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